La Dignidad de las personas.
La dignidad humana consiste en reconoc
En la actualidad, la democracia, el derecho y la justicia se basan en el principio de la dignidad humana. Esto significa que por el solo hecho de ser personas a todas las personas les corresponde, sin ningún tipo de diferenciación, gozar de todos los derechos. En otras palabras, por su propia naturaleza humana, todas las personas son dignas y merecedoras de respeto. Vivir dignamente consiste entonces en poder satisfacer nuestras necesidades básicas y realizarnos como personas.
Todas las personas tenemos un carácter único pero a la ve diferentes. Sin embargo, a pesar de las diferencias que podamos tener en cuanto a nuestro aspecto físico, las personas somos iguales en nuestra naturaleza humana, porque somos libres, podemos tomar decisiones, comunicarnos y construir cultura. Entonces, esa esencia humana es lo que hace digna a cada persona.
La dignidad de los seres humanos.
¿Qué significa ser digno? La palabra “dignidad” deriva del adjetivo latino dignus, que se utiliza para referirse a alguien “valioso”. Se puede ser valioso por alguna condición especial o por algún atributo, por ejemplo, una científica que hace un descubrimiento, un deportista muy habilidoso o una persona que realiza un acto solidario. También alguien que se arrepiente de algo que hizo mal es digno de perdón. Todos los seres humanos somos valiosos tan solo por el hecho de ser personas, por eso merecemos respeto y tenemos derechos.
A lo largo de la historia diferentes culturas tuvieron presentes el concepto de dignidad humana, pero no todas las personas eran reconocidas como iguales, de modo que no tenían los mismos derechos. En la antigüedad era natural aceptar las diferencias basadas en el parentesco o lazos de sangre. La cuestión de la dignidad humana aparece humana aparece pro primera vez entre los filósofos griegos y, luego, entre los romanos. Durante la Edad Media se consideró que la dignidad humana estaba fundada en que las personas habían sido creadas a imagen y semejanza de Dios. Los seres humanos demostraban su superioridad por sobre los animales a través de su alma, su fe y su razón. Pero los reyes, los nobles y los miembros de la iglesia tenían más privilegios y derechos que el común de las personas.
Durante la Edad Media la idea de que el hombre era un reflejo de Dios comenzó a cambiar. A partir de los siglos XVII y XVIII, en Inglaterra y en Francia surgió una nueva concepción que sostenía que todos los seres humanos sin distinción eran dueños de sus derechos: solo por su condición humana tenían derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad y a la seguridad. Estas nuevas ideas se convirtieron en uno de los fundamentos de la Revolución Francesa de 1789, durante la cual la Asamblea Nacional aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y Ciudadano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario